martes, 13 de julio de 2010

Disparando contra la soberbia humana

Ahí están los ejemplares perfectos de la especie humana...las razas superiores en todos los sentidos...porque no se aferran a las emociones, ni siquiera piensan como un ser humano común... "común"...
Desfiguraron las ideas más puras, manipularon todas las palabras e hicieron propias los más singulares personajes...esos que alguna vez fueron los más sabios...o solamente los más distintos.
Se forjaron con el acero de las armas, el fuego salvaje de la explosión, la peor arma de todas: la ignorancia y el instinto humano _ese que nada tiene que ver con el instinto animal_.
Aniquilaron con avidez el cuerpo ajeno, desgarraron hasta la cultura más antigua, humillaron al más altivo...viles, asesinaron al más valiente.
¿Expulsaron de sí la miseria propia o, sin que
rer, la miseria humana? ¿Son personajes siniestros que manifiestan ideas propias o que, no adrede, manifiestan los aires de superioridad de, no una raza, sino una especie entera? ¿Estaban solos o, paradójicamente, eran miles?

Ahí están los ejemplares perfectos de la especie humana...las razas superiores en todos los sentidos... Esos que no piensan con la cabeza sino con la punta de un cañón, esos que asesinan, como los más cobardes, con pólvora y napalm, que no distinguen entre mujeres y hombres, niños, adultos o ancianos, enfermos y sanos...


"Pero si la mayor parte de los hombre fueron corderos ¿Por qué la vida del hombre es tan diferente de la del cordero? Su historia se escribió con sangre; es una historia de violencia constante, en la que la fuerza se usó casi invariablemente para doblegar su voluntad. ¿Exterminó Talaat Pachá por si solo millones de armenios? ¿Exterminó Hitler por si solo a millones de judíos? ¿Exterminó Stalin por si solo a millones de enemigos políticos? Esos hombres no estaban solos, contaban con miles de hombres que mataban por ellos y que lo hacían no solo voluntariamente, sino con placer."


Texto por Poyo Skalari